domingo, 14 de junio de 2009

Aplicaciones de la teoría ostensivo-inferencial

Las teorías de la comunicación, a lo largo de la historia, se han sustentado en el modelo del código, en el cual la comunicación se logra a través de la codificación y descodificación del mensaje, sin embargo Sperber y Wilson (1994) citan a filósofos como Grice y Lewis, quienes han propuesto un modelo diferente que afirma que la comunicación se consigue mediante la producción y la interpretación de pruebas, propuesta que denominaron modelo inferencial.


Según Sperber y Wilson la comunicación integraría ambos procesos de codificación e inferencia, incluyendo el principio de relevancia, que sostiene que un acto de comunicación ostensiva, es decir, que manifiesta por parte del hablante una intención informativa y comunicativa, transmite una presunción de relevancia, ésta se identifica en el estímulo que provoca el emisor y está determinada por dos factores: el esfuerzo que es necesario para procesarlo de forma óptima y los efectos cognitivos que se consiguen mediante un procesamiento óptimo, por lo cual, el emisor debe elegir el estímulo más adecuado para su intención de comunicar supuestos, el que requiera menor esfuerzo de procesamiento y provoque mayor interés, de él mismo y su receptor, para su intención informativa.

Lo anteriormente expuesto es lo que los autores han definido como principio de relevancia, el cual sólo se aplica a la comunicación ostensiva, ya que su efecto pretende el reconocimiento de la intención informativa, sin embargo, el proceso comunicativo no se completa sin un destinatario que infiriese dicha intención y comprendiera el mensaje, es por esto que explican una comunicación ostensivo-inferencial de la siguiente manera:

El emisor produce un estímulo que hace mutuamente manifiesto para sí mismo y para el oyente que, mediante dicho estímulo, el emisor tiene intención de hacer manifiesto o más manifiesto para el oyente un conjunto de supuestos.(Sperber & Wilson, 1994, pág. 195)

En otras palabras, el estímulo ostensivo pretende atraer la atención sobre las intenciones del emisor, siendo la intención informativa la que estará en mutuo manifiesto, en donde el destinatario tendrá que identificar el conjunto de supuestos, el que será inferido gracias a la presunción de relevancia óptima, en donde el oyente determina si el estímulo ostensivo merece ser procesado y si dicho estímulo es el más relevante.

Las aplicaciones de esta teoría abarcan desde la comunicación donde existen destinatarios determinados, es decir, individuos cuyo entorno cognitivo está intentando modificar el emisor hasta la comunicación de masas, donde el estímulo ostensivo puede incluso estar dirigido a cualquiera que lo encuentre relevante. El éxito de la comunicación en ambos casos es la capacidad de inferir las intenciones del emisor.

Para comprender cómo se aplica la teoría ostensiva- inferencial se analizarán los siguientes ejemplos, realizados según lo expuesto por Sperber y Wilson.

1.- En el caso de la comunicación verbal:

Belén (a Camila): ¿Qué hablaste con el profesor?

Belén hace manifiesto que quiere una respuesta, ya que necesita saber qué habló Camila con el profesor, esta información será lo suficientemente relevante para ella, por lo cual, la intención informativa que se revele en la conducta comunicativa de Camila será la de hacer manifiesta dicha respuesta a Belén.

2.-En la comunicación paraverbal, también se aplica esta teoría:

Se encuentra Catalina y su hermana Lucía en el living, de pronto Catalina se dirige hacia la cocina y comienza a oler de manera ostensiva, su hermana la observa deduciendo una intención comunicativa, por lo cual, se dirige al mismo lugar, huele, y siente el olor a gas, Lucía infiere entonces, la intención informativa de su hermana, que pretendía manifestarle este hecho.

En la comunicación de masas, los anuncios publicitarios que emplean imágenes, necesariamente deben ser comprendidos, mediante el proceso cognitivo de la comunicación ostensión- inferencial, ya que de otra forma según el modelo del código, ambos deben conocer el mismo sistema de signos, el que incluye las imágenes las que son desconocidas por el o los destinatarios.

Según Trujillo (2001) Los anuncios de este tipo se comprenden en base al concepto de implicaturas fuertes y débiles de la teoría de la relevancia, la cual se aplica en la teoría de ostensión- inferencia. Las implicaturas son supuestos comunicados por el emisor de forma no explícita, dentro de éstas se encuentra la implicatura principal, que se obtiene luego de un proceso complejo que aparece en la asignación de referentes, el enriquecimiento léxico y la ambigüedad, por el contrario, las explicaturas son los supuestos comunicados de manera explícita, correspondiendo a un desarrollo de una forma lógica codificada.

Volviendo a Sperber y Wilson, las implicaturas varían de fuerza. Se denomina implicaturas más fuertes a las premisas o conclusiones determinadas, que sólo se proporcionan si la interpretación es coherente con el principio de relevancia, de las cuales el hablante se hace totalmente responsable. Las implicaturas fuertes son aquellas premisas y conclusiones a las que el oyente se ve fuertemente inducido, pero no forzado, a proporcionar. A medida que se debilita la inducción, aumentan las posibilidades entre las que puede elegir el oyente, por lo tanto, más débiles serán las implicaturas. Si el oyente no recibe ninguna inducción para elaborar una premisa o conclusión en particular, él deberá encargarse por completo de proporcionarla.

El siguiente anuncio sólo es posible comprenderlo estableciendo implicaturas, ciertas premisas se pueden inferir gracias al principio de relevancia, que nos develará la ostensión comunicativa de dicho mensaje, para este efecto se ha analizado según la metodología de Trujillo.

Aquí se ennegrecen ciertas palabras como “drogas”, “trenes” y “no”, esto supone una cierta intención por parte del emisor; será tarea del receptor inferir, mediante la asociación de las imágenes y el texto, lo que se pretende comunicar, cabe mencionar que toda publicidad pretende influir, persuadir, a sus destinatarios, por lo cual el emisor será lo más claro y tratará de guiar a la implicatura correcta. En este caso se muestra el camino de las drogas, como los rieles, y nos incita a NO cogerlos, por lo cual la implicatura implícita que tendría concluir el destinatario es no consumir drogas.

Si bien el modelo de codificación-descodificación, tiene un valor descriptivo, resulta insuficiente para describir la comunicación. La teoría ostensivo-inferencial junto con la teoría de la relevancia pretenden otorgar un nuevo enfoque al estudio de la comunicación humana, en la que se hace cargo de un proceso cognitivo, donde el conjunto de supuestos de la información otorgada, la presunción de relevancia de éstos, y el posterior procesamiento por parte del destinatario le permitirán comprender finalmente lo que se pretende comunicar. En base a estas teorías se pueden describir y analizar las distintas aplicaciones en la comunicación verbal, paraverbal, y de masas, entre otras.

Bibliografía

-Sperber, D. & Wilson, D. (1994), La relevancia: comunicación y procesos cognitivos. Madrid: Visor

-Trujillo Sáez, F.(2001). La Teoría de la relevancia como base para una nueva interpretación de la comunicación. España. Universidad de Granada. Facultad de educación y humanidades de Ceuta. Recuperado 10 de mayo 2009 de http://fernandotrujillo.com/publicaciones/relevancia.pdf

La adquisición del lenguaje en bebés

El lenguaje propiamente tal, es una de las características que hacen al ser humano sobresalir de las otras especies. Es por ello que varios autores se han dedicado al estudio de los procesos de adquisición del lenguaje.

Resulta sumamente relevante observar cómo los niños a partir de su nacimiento, comienzan un desarrollo extraordinariamente rápido en ganar y madurar su lenguaje. Según los estudios realizados por Bouton (1976) el grito es el primer gran hito en el desarrollo de prelenguaje de los bebés. Es sólo cosa de pensar que en un comienzo (las primeras semanas de vida), es más utilizado para mostrar su estado de ánimo, pero tras las primeras interacciones con el medio y sus congéneres, se transforma en una forma primitiva de comunicación. Además, mediante la interacción con sus cuidadores o figuras de apego (principalmente la madre), obtienen otras de las bases que junto con el grito ayudan a los lactantes en el camino hacia un lenguaje maduro. Así, por ejemplo, el autor señala que “la actividad de succión es probablemente el preludio necesario a otra actividad sonora del bebé en reposo, que se designa con el nombre de lalación.” (Bouton, 1976, pág. 75). Esto ayuda a su coordinación en la respiración y posterior producción de sus primeros sonidos. Es así como los niños a partir de los 3 meses de vida tras conocer su capacidad de obtener lo que quieren mediante el grito, y de poder regular ciclos, como los de la respiración aprendidos gracias al amamantamiento, comienza la interacción con su congéneres, denominado según Bouton (1976) como la ecolalia, es decir, una especie de diálogo con los adultos (balbuceo), lo que en un par de meses más determinará el primer lenguaje en los lactantes.

Es la imitación lo que les permitiría a los bebés una interacción con los padres, añadiendo de a poco palabras que se asemejen lo más posible a su balbuceo. En este punto del desarrollo del lenguaje del bebé, es de suma importancia la relación que se comenzó a formar entre sus cuidadores y él, por ello el autor hace referencia a la relevancia de este proceso, puesto que los padre o cuidadores tienden a simplificar la pronunciación de las palabras para que a los bebés se les vuelva más fácil aprender y reproducir posteriormente las palabras simplificadas.

Tras ello, aproximadamente entre el primer y segundo año de vida, es posible distinguir en el bebé el primer lenguaje, denominado por Bouton (1976) Palabra-Frase, ya que lo que para el adulto es una palabra, para el bebé es una frase compleja. Por ejemplo, cuando el bebé dice “tete”, haciendo referencia al chupete, es complejo identificar claramente su significado, ya que para nosotros puede ser “quiero chupete”, “¿dónde está el chupete?”, etc. Esto sería la maduración del lenguaje primitivo expresado en el niño. En este proceso es posible afirmar que lo aprendido por los niños no sólo es la imitación de las palabras adquiridas tras escuchar a los adultos, sino que comienza una selección de palabras que a juicio del bebé, le permitirían interactuar con ellos. Entre los dos y los tres años el niño alcanza un agrupamiento de palabras tan grande que puede llegar a duplicar su acopio léxico; es aquí donde los infantes atraviesan la línea que pertenece a la última etapa del desarrollo del lenguaje, mucho más larga y compleja que las anteriores, denominada lenguaje como tal.

Es imposible dejar de destacar que para cada una de las etapas de la evolución o maduración del lenguaje en los niños, siempre debe existir una figura de apego, por lo general los padres, es por eso que en todos los estudios realizados siempre se nombra a ellos como la base fundamental de la adquisición del lenguaje propiamente tal. Si nos comparamos con otras especies, esto puede ser algo que permite para nosotros el desarrollo tan evolucionado del habla, puesto que en los humanos, a diferencia de todo el reino animal, los padres por lo general, permanecen con sus crías hasta el final de sus días, a diferencia de otros mamíferos que sólo ayudan a sus crías en la obtención de técnicas para la sobrevivencia. Sin embargo, también hay que recalcar la referencia del autor hacia la utilización de palabras simplificadas para facilitar el aprendizaje de los bebés, lo cual se podría poner en tela de juicio debido a que tal simplificación y entonación especial empleada principalmente por las madres, puede desencadenar problemas en el desarrollo del lenguaje del niño, ya que no estaría aprendiendo aquella lengua como debiera ser, sino que de una manera que podría perjudicarle e incluso inducirlo a caer en trastornos del lenguaje.

Es por esta razón por la que el medio en el que un niño aprenda una lengua sea lo más “neutral” posible, de preferencia más modulado, para que comience a articular lo mejor que pueda y de una manera más entendible, facilitando así, un mejor desarrollo del lenguaje. A diferencia que lo que algunos creen, de que hablarle a un niño como si fuera una persona más, de manera más articulada y menos balbuceante, es un signo de despego, queda claro que es el mejor medio para que el niño aprenda mejor y más rápido, lo cual no implica dejar de entregar cariño y dulzura en cada palabra dirigida al bebé, ya que por sobre todas las cosas, el mejor ambiente para que alguien se desarrolle, es aquél en el que abunda la comprensión y el amor.




Bibliografía:

Bouton, Charles P. (1976) El desarrollo del Lenguaje: Aspectos Normales y Patológicos. Colección Temas Básicos, Editorial Huemul S-A Editorial de la Unesco.

martes, 26 de mayo de 2009

TEMA: PIAGET Y LA VISIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL LENGUAJE.

En primera instancia, para hablar de epistemología en el estudio del lenguaje se debe necesariamente recurrir al término epistemología por sí solo. El estudio del conocimiento como tal, que es en lo que se centra la epistemología a grandes rasgos, ha constituido un problema esencial por las distintas variables que puede tomar. Hace algunos años surgió el concepto de epistemología tradicional, el que considera al conocimiento como un estado y no un proceso, y reconoce que las ciencias o formas de conocimiento aún están incompletas. A pesar de lo anterior, se quería alcanzar un conjunto de verdades definitiva, a sabiendas de lo incompleto que es el conocimiento, que permitiera preguntar de una vez por todas, y de manera estática, que es el conocimiento.

Posteriormente, se alude a la epistemología de las filosofías de las ciencias en respuesta a la influencia que ejercían una serie de factores sobre el conocimiento, promoviendo así la visión de este como un “proceso” más que como un “estado”. Personajes como Cournot, L. Brunschvicg y Nartop acercan el concepto de conocimiento a un concepto evolutivo, cambiante. Este tipo de epistemología será la adoptada por el autor, el cual explica un mecanismo similar a ésta en el estudio del lenguaje. Esta epistemología implica un estudio que permita ordenar el conocimiento por medio de clasificaciones que no son nunca de un carácter tajante; es más, con cada nuevo descubrimiento la ciencia se vuelve a ampliar, implicando una reorganización de sus ideas sin contradecirlas. También agregará y destacará que este conocimiento jamás es aislado, sino que existe una interacción interdisciplinaria de él.

Ya conociéndose el concepto de epistemología, se puede avanzar hacia el modo en que la epistemología aborda el estudio del lenguaje. Para ello, Piaget (1970) abordó el lenguaje partiendo por la lingüística.

Piaget (1970) dice que la lingüística presenta interacciones disciplinarias intensas, por ello es que se refiere a la epistemología en el estudio del lenguaje, relacionando a este último con otras disciplinas.

Una manera para estudiar el lenguaje es la teoría de la información, en la cual el lenguaje asegura el intercambio interindividual. Esta teoría combina el lenguaje con nociones de la información, de entropía negativa y positiva, ejemplificando así la importancia de la relación existente entre las disciplinas mencionadas anteriormente. La lingüística estadística también sirve para apoyarse en lo interdisciplinario del lenguaje debido a que existe una conexión entre la lingüística y la biología. Otra forma que puede representar esta característica de la epistemología es la semiología general, la cual realiza el estudio de la relación simultánea entre los signos y los símbolos.

La semiología general interesa naturalmente, ante todo, a los comportamientos humanos, pero incluso sobre este mismo terreno la lingüística no podrá conducir a ello si no establece relaciones interdisciplinarias con muchas otras ramas del saber, tanto en la etnografía como con las partes de la sociología que se ocupan de aquellos signos y símbolos colectivos que sobrepasan el dominio del lenguaje en sentido estricto. (Piaget, 1970, Pág. 129).

Finalmente, y para dejar en claro que la epistemología en el estudio del lenguaje debe relacionar diversos métodos, es de gran importancia la relación existente entre la lingüística y la lógica. “(…) el lenguaje sigue siendo una condición necesaria de la culminación de las estructuras lógico-matemáticas, pero no podría constituir su condición suficiente” (Piaget, Pág. 130). Datos neurológicos, psicológicos y sociológicos son necesarios para la discusión de esta relación, puesto que han existido diversas opiniones sobre si realmente el lenguaje está implicado en la lógica de alguna manera; sin embargo, esta disyuntiva solo podría ser solucionada considerándose el carácter interdisciplinario.

La epistemología en el estudio del lenguaje debe ser necesariamente de carácter interdisciplinario, ya que el lenguaje se encuentra implicado en diversos ámbitos. Las ciencias necesitan la ayuda de otras para avanzar en sus investigaciones porque ninguna se encuentra completamente aislada, sino que existe un constante apoyo entre ellas. Lo mismo ocurre con el estudio del lenguaje: no se puede abordar este de manera aislada, sino que es necesario considerar diversos aspectos para conseguir alcanzar una totalidad de conocimiento.


Bibliografía:

-Piaget, J. (1970). Psicología y Epistemología. París: Ediciones Denoël.
(1972) Tratado de lógica y conocimiento científico.

martes, 19 de mayo de 2009

TEMA: La Comunicación en Otras Especies

A lo largo del tiempo, diversos lingüistas han planteado varias posturas con respecto a la comunicación no humana. ¿Realmente algo “No Humano” puede comunicarse? Según Mazin (1988), al parecer, los animales poseen un sistema comunicativo propio, donde cada especie contempla un lenguaje particular que puede ser innato o adquirido pero que siempre será útil para lograr un fin comunicativo. Entonces, cabe preguntarse ¿El lenguaje es realmente específico como lo plantea Chomsky?

Karl Von Frisch [156] ha tenido el mérito de revelar, en las abejas, la existencia, en forma de “figuras de danza” – se trata, claro está, de una expresión muy antropomórfica -, de un verdadero código capaz de traducir informaciones precisas, a la vez cualitativas y cuantitativas: localización de la presa, dirección con respecto a la colmena y al sol, naturaleza del botín e importancia de lo recogido. Más tarde, otros estudios realizados sobre especies animales tan distintas como el delfín, los cuervos y las hormigas, los termes y los monos, establecieron con seguridad la existencia de modos de comunicación animal. (Bouton, 1976, pág. 15)

Estudios de Mazin (1988) develaban que los delfines, mediante la ecolocalización y el lenguaje sonoro, podían pedir ayuda, encontrar alimento, dar ánimo e incluso interactuar con otras especies, como las ballenas. Otros animales, como los lobos, emplean kinésica de orejas, cola y dientes, además de aullidos, para señalar intenciones, lamentar una pérdida o expresar opiniones. Al basarse en la evidencia arrojada por los estudios de Mazin y Bouton, resultaría apresurado señalar que la comunicación es algo que atañe netamente a los humanos, cerrando así la posibilidad de que otras especies no posean verdaderas intenciones u opiniones dentro de su grupo. El hecho de que no se comprendan o compartan estas formas de interacción, no implica que ellos estén incapacitados para realizarla.

“Los animales son hablan, pero emplean los sentidos” (Mazin, pág. 6), por lo que pueden utilizar un lenguaje sonoro, químico o gestual. Su comunicación no se limita a palabras y pareciera ser que va más allá de ser una habilidad adquirida, sino que pasa a ser algo que va en los genes, como plantea Chomsky, quien claro, sólo se remite a los humanos.

Aun así, se ha demostrado que los animales, si bien reconocen palabras y siguen instrucciones, en realidad no las comprenden, sino que simplemente realizan la acción por neta mecánica Los animales jamás aprenderán el lenguaje humano, pero seguirán empleando su propio lenguaje para marcar territorio, buscar pareja, ir en busca de alimento, reconocerse entre sí, darse apoyo emitir órdenes, transmitir conocimiento, entre otros. ¿En verdad ellos serán los que nunca aprenderán este lenguaje intraespecífico humano, o serán las personas quienes nunca aprenderán el suyo?

Los anteriores estudios analizados, dan cuenta de que cada especie animal es capaz de poseer su propio sistema comunicativo, que será en parte heredado de sus progenitores, es decir, hallarse inscrito en su código genético; mientras que otra parte será aprendida, mediante imitación. Es la especie la que será capaz de comprender aquel sistema porque su código lo dictamina así, por lo que no podría comunicarse con alguna otra especie. He ahí el porqué animales y humanos no son capaces de llevar una comunicación ciento por ciento efectiva, porque la genética no lo permite. Empero, al remontarse en las complejas ramas evolutivas, se comprende que después de todo, el origen evolutivo es común, y que por tanto, es posible poseer genes muy profundos con algún tipo de relación, lo que aclararía el porqué parece ser que algo de comprensión comunicativa existiría entre animales y seres humanos.






B i b l i o g r a f í a

-Mazin, Jean-Michel (1988) El Lenguaje de los Animales, 2ª edición Ediciones SM

-Bouton, Charles P.(1976) El desarrollo del Lenguaje: Aspectos Normales y Patológicos. Colección Temas Básicos, Editorial Huemul S-A Editorial de la Unesco.