martes, 26 de mayo de 2009

TEMA: PIAGET Y LA VISIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL LENGUAJE.

En primera instancia, para hablar de epistemología en el estudio del lenguaje se debe necesariamente recurrir al término epistemología por sí solo. El estudio del conocimiento como tal, que es en lo que se centra la epistemología a grandes rasgos, ha constituido un problema esencial por las distintas variables que puede tomar. Hace algunos años surgió el concepto de epistemología tradicional, el que considera al conocimiento como un estado y no un proceso, y reconoce que las ciencias o formas de conocimiento aún están incompletas. A pesar de lo anterior, se quería alcanzar un conjunto de verdades definitiva, a sabiendas de lo incompleto que es el conocimiento, que permitiera preguntar de una vez por todas, y de manera estática, que es el conocimiento.

Posteriormente, se alude a la epistemología de las filosofías de las ciencias en respuesta a la influencia que ejercían una serie de factores sobre el conocimiento, promoviendo así la visión de este como un “proceso” más que como un “estado”. Personajes como Cournot, L. Brunschvicg y Nartop acercan el concepto de conocimiento a un concepto evolutivo, cambiante. Este tipo de epistemología será la adoptada por el autor, el cual explica un mecanismo similar a ésta en el estudio del lenguaje. Esta epistemología implica un estudio que permita ordenar el conocimiento por medio de clasificaciones que no son nunca de un carácter tajante; es más, con cada nuevo descubrimiento la ciencia se vuelve a ampliar, implicando una reorganización de sus ideas sin contradecirlas. También agregará y destacará que este conocimiento jamás es aislado, sino que existe una interacción interdisciplinaria de él.

Ya conociéndose el concepto de epistemología, se puede avanzar hacia el modo en que la epistemología aborda el estudio del lenguaje. Para ello, Piaget (1970) abordó el lenguaje partiendo por la lingüística.

Piaget (1970) dice que la lingüística presenta interacciones disciplinarias intensas, por ello es que se refiere a la epistemología en el estudio del lenguaje, relacionando a este último con otras disciplinas.

Una manera para estudiar el lenguaje es la teoría de la información, en la cual el lenguaje asegura el intercambio interindividual. Esta teoría combina el lenguaje con nociones de la información, de entropía negativa y positiva, ejemplificando así la importancia de la relación existente entre las disciplinas mencionadas anteriormente. La lingüística estadística también sirve para apoyarse en lo interdisciplinario del lenguaje debido a que existe una conexión entre la lingüística y la biología. Otra forma que puede representar esta característica de la epistemología es la semiología general, la cual realiza el estudio de la relación simultánea entre los signos y los símbolos.

La semiología general interesa naturalmente, ante todo, a los comportamientos humanos, pero incluso sobre este mismo terreno la lingüística no podrá conducir a ello si no establece relaciones interdisciplinarias con muchas otras ramas del saber, tanto en la etnografía como con las partes de la sociología que se ocupan de aquellos signos y símbolos colectivos que sobrepasan el dominio del lenguaje en sentido estricto. (Piaget, 1970, Pág. 129).

Finalmente, y para dejar en claro que la epistemología en el estudio del lenguaje debe relacionar diversos métodos, es de gran importancia la relación existente entre la lingüística y la lógica. “(…) el lenguaje sigue siendo una condición necesaria de la culminación de las estructuras lógico-matemáticas, pero no podría constituir su condición suficiente” (Piaget, Pág. 130). Datos neurológicos, psicológicos y sociológicos son necesarios para la discusión de esta relación, puesto que han existido diversas opiniones sobre si realmente el lenguaje está implicado en la lógica de alguna manera; sin embargo, esta disyuntiva solo podría ser solucionada considerándose el carácter interdisciplinario.

La epistemología en el estudio del lenguaje debe ser necesariamente de carácter interdisciplinario, ya que el lenguaje se encuentra implicado en diversos ámbitos. Las ciencias necesitan la ayuda de otras para avanzar en sus investigaciones porque ninguna se encuentra completamente aislada, sino que existe un constante apoyo entre ellas. Lo mismo ocurre con el estudio del lenguaje: no se puede abordar este de manera aislada, sino que es necesario considerar diversos aspectos para conseguir alcanzar una totalidad de conocimiento.


Bibliografía:

-Piaget, J. (1970). Psicología y Epistemología. París: Ediciones Denoël.
(1972) Tratado de lógica y conocimiento científico.

martes, 19 de mayo de 2009

TEMA: La Comunicación en Otras Especies

A lo largo del tiempo, diversos lingüistas han planteado varias posturas con respecto a la comunicación no humana. ¿Realmente algo “No Humano” puede comunicarse? Según Mazin (1988), al parecer, los animales poseen un sistema comunicativo propio, donde cada especie contempla un lenguaje particular que puede ser innato o adquirido pero que siempre será útil para lograr un fin comunicativo. Entonces, cabe preguntarse ¿El lenguaje es realmente específico como lo plantea Chomsky?

Karl Von Frisch [156] ha tenido el mérito de revelar, en las abejas, la existencia, en forma de “figuras de danza” – se trata, claro está, de una expresión muy antropomórfica -, de un verdadero código capaz de traducir informaciones precisas, a la vez cualitativas y cuantitativas: localización de la presa, dirección con respecto a la colmena y al sol, naturaleza del botín e importancia de lo recogido. Más tarde, otros estudios realizados sobre especies animales tan distintas como el delfín, los cuervos y las hormigas, los termes y los monos, establecieron con seguridad la existencia de modos de comunicación animal. (Bouton, 1976, pág. 15)

Estudios de Mazin (1988) develaban que los delfines, mediante la ecolocalización y el lenguaje sonoro, podían pedir ayuda, encontrar alimento, dar ánimo e incluso interactuar con otras especies, como las ballenas. Otros animales, como los lobos, emplean kinésica de orejas, cola y dientes, además de aullidos, para señalar intenciones, lamentar una pérdida o expresar opiniones. Al basarse en la evidencia arrojada por los estudios de Mazin y Bouton, resultaría apresurado señalar que la comunicación es algo que atañe netamente a los humanos, cerrando así la posibilidad de que otras especies no posean verdaderas intenciones u opiniones dentro de su grupo. El hecho de que no se comprendan o compartan estas formas de interacción, no implica que ellos estén incapacitados para realizarla.

“Los animales son hablan, pero emplean los sentidos” (Mazin, pág. 6), por lo que pueden utilizar un lenguaje sonoro, químico o gestual. Su comunicación no se limita a palabras y pareciera ser que va más allá de ser una habilidad adquirida, sino que pasa a ser algo que va en los genes, como plantea Chomsky, quien claro, sólo se remite a los humanos.

Aun así, se ha demostrado que los animales, si bien reconocen palabras y siguen instrucciones, en realidad no las comprenden, sino que simplemente realizan la acción por neta mecánica Los animales jamás aprenderán el lenguaje humano, pero seguirán empleando su propio lenguaje para marcar territorio, buscar pareja, ir en busca de alimento, reconocerse entre sí, darse apoyo emitir órdenes, transmitir conocimiento, entre otros. ¿En verdad ellos serán los que nunca aprenderán este lenguaje intraespecífico humano, o serán las personas quienes nunca aprenderán el suyo?

Los anteriores estudios analizados, dan cuenta de que cada especie animal es capaz de poseer su propio sistema comunicativo, que será en parte heredado de sus progenitores, es decir, hallarse inscrito en su código genético; mientras que otra parte será aprendida, mediante imitación. Es la especie la que será capaz de comprender aquel sistema porque su código lo dictamina así, por lo que no podría comunicarse con alguna otra especie. He ahí el porqué animales y humanos no son capaces de llevar una comunicación ciento por ciento efectiva, porque la genética no lo permite. Empero, al remontarse en las complejas ramas evolutivas, se comprende que después de todo, el origen evolutivo es común, y que por tanto, es posible poseer genes muy profundos con algún tipo de relación, lo que aclararía el porqué parece ser que algo de comprensión comunicativa existiría entre animales y seres humanos.






B i b l i o g r a f í a

-Mazin, Jean-Michel (1988) El Lenguaje de los Animales, 2ª edición Ediciones SM

-Bouton, Charles P.(1976) El desarrollo del Lenguaje: Aspectos Normales y Patológicos. Colección Temas Básicos, Editorial Huemul S-A Editorial de la Unesco.